Las radios
comunitarias —que son medios locales, operadas por la comunidad organizada a
través de alguna entidad sin ánimo de lucro—; han tratado de mantener las
programaciones durante el confinamiento.
Esas programaciones, a grandes rasgos, cumplen cuatro
funciones: la musical, la función informativa (de corte local), programación de
servicio social (reuniones de Juntas de Acción Comunal, por ejemplo) y una
radio que está al servicio de los problemas de la comunidad (inundaciones,
sequías, deslizamientos de tierra.
Frente al coronavirus, las radios comunitarias están
cumpliendo una función de acompañamiento, pues contribuyen instruir a la comunidad sobre
medidas que va adoptando el Gobierno Nacional, el tema logístico de los
mercados, etc.
Otro ejemplo. La emisora de la Universidad del Tolima, a
través de la emisora de Rioblanco, les envía mensajes a los y las jóvenes para
que conozcan qué sucederá con las clases.
Es decir, la radio comunitaria es una herramienta mediadora
entre las instituciones educativas y la comunidad. Sin embargo, con esta
contingencia eso no va a volver a pasar porque con un eventual cierre se
cortarán canales de comunicación para los y las jóvenes de los distintos
municipios.
Territorios desatendidos
Según MinTic, para 2019, la penetración del internet en área
rural no pasa del 18%, es decir, un 82% de población rural no tienen internet.
Esas dificultades limitan el acceso a información confiable, que, en muchos
casos, es entregada por las emisoras comunitarias. Es una paradoja, las
familias campesinas que quedarán sin sus radios comunitarias son las que nos
están alimentando.
Sin embargo, estas contingencias no son una novedad
para las radios comunitarias. «Cuando llegan los grupos armados las radios no
pueden hacer noticias, no prestan servicios, ni hacen campañas; la radio pone
música. En su momento, cuando nos asesinaron a un colega, Luis Carlos Cervantes
en el Bajo Cauca, algún funcionario público dijo “tan raro si ese muchacho sólo
ponía música. Lo que no se advierte ahí es que la radio comunitaria tuvo que
quedarse callada en muchas ocasiones y poniendo música, incluso, la radio
comunitaria jugaba un papel de cohesionador social.”
La función del comunicador comunitario va mucho más allá
de producir noticia: es un actor de cohesión social en los territorios. Resulta
importante reivindicar la figura del comunicador comunitario, ese que lo
despierta en las mañanas y acompaña durante toda la jornada a los sectores
rurales.
Falta de pauta y radios a la deriva
La principal fuente de financiación de las radios
comunitarias es el comercio local. Ante esta contingencia, queda cerrada esa
puerta. Esto porque la gran industria de la publicidad en Colombia,
en la torta general para el año 2017 —hasta donde hay registro—; la
participación nuestra estuvo por el 0.01%. No estamos en la torta publicitaria.
Ahora bien, la otra fuente de financiación son los gobiernos locales, pero
quedamos dependiendo de la voluntad política. Hay casos exitosos como la
gobernación de Boyacá, Magdalena, por ejemplo, pero no es la regla”.
Por: Sergio
Saavedra. Redacción Pares
No hay comentarios:
Publicar un comentario